El pleno de Cámara de Comercio de Madrid ha designado a Antonio Sánchez-Pedreño Kennaird como nuevo presidente de la Corte de Arbitraje, en sustitución de Miguel Ángel Fernández-Ballesteros.
Antonio Sánchez-Pedreño es un abogado y árbitro de reconocido prestigio. Como árbitro ya ejercía en la Corte de Arbitraje de Madrid, habiendo sido socio durante más de diez años en Cuatrecasas y durante cinco años en Linklaters, ocupando en ambos despachos el puesto de director del departamento mercantil de la oficina de Madrid. Asimismo, ha sido socio y director del area de private equity de Baker & McKenzie hasta enero de 2010,cuando fundó su propio despacho especializado en arbitraje y mediación.
Además de en arbitraje, Antonio Sánchez-Pedreño es experto en materia de fusiones y adquisiciones, con especial dedicación a operaciones complejas de joint venture, consorcios, acuerdos entre accionistas y socios, adquisiciones y operaciones de private equity con un componente internacional. Asimismo ha participado y dirigido numerosas negociaciones en relación con disputas de carácter contractual y mercantil, tanto en un marco pre-litigioso como durante actuaciones judiciales o arbitrales, tendentes en general a la búsqueda de acuerdos mutuamente satisfactorios para las partes.
Antonio Sánchez-Pedreño es licenciado en Derecho por la Universidad CEU San Pablo y ha cursado un master en Derecho Común (LL.M) por la Universidad de Londres y un master en Jurisprudencia Comparada (M.C.J) por la Universidad de Nueva York, estando colegiado tanto en el Colegio de Abogados de Madrid como en el de Nueva York. Tiene un diploma en arbitraje internacional por el Chartered Institute of Arbitrators (FCIArb).
El nuevo presidente de la Corte es, además, mediador acreditado (accredited mediator) por el Centre for Effective Dispute Resolution (CEDR) de Londres.
Según sus propias palabras, durante sus cuatro años de mandato el nuevo presidente de la Corte pretende “mantener el liderazgo de la Corte en España, ampliar los servicios que ofrece a los empresarios para resolver de forma eficaz sus disputas y consolidar esta institución como una corte internacional, con el foco puesto en Latinoamérica y el Mediterráneo, continuando con la magnífica labor de modernización e internacionalización acometida bajo los mandatos de Miguel Temboury y Miguel Ángel Fernández-Ballesteros”.